¿Cuál es la diferencia entre gasolina 95 y 98? ¿Cuál elegir?

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Hasta hace solo unos pocos años, en España, la opción preferida al comprar un vehículo nuevo era que éste montase un motor diésel, pero esta tendencia parece haberse revertido en los últimos años. Si atendemos a las ventas de vehículos con datos de 2018, casi el 60% de matriculaciones fueron de motores de gasolina (sin contar con las motocicletas, ya que en su mayoría cuentan con motores de gasolina). Este dato nos muestra la tendencia hacia el uso de motorización de gasolina pero presenta una incógnita para los usuarios que estaban habituados a utilizar diésel. Ahora tenemos dos opciones a la hora de repostar gasolina, ¿cuál elegir? ¿95 o 98? En las siguientes líneas vamos a tratar de explicar las prestaciones que presenta cada tipo de combustible y esclarecer así las dudas que presenta su uso.

Gasolina 95 y 98, ¿en qué se diferencian? 

La diferencia principal entre estos dos tipos de combustible es el índice de octano (octanaje), que indica la resistencia del mismo a la detonación y, por tanto, afecta a la capacidad de compresión del motor, siendo la compresión mayor a mayor octanaje (gasolina 98 en este caso). 

Esta compresión presenta una ventaja en el rendimiento del vehículo, ya que se aprovecha mejor la energía con cada detonación. Este es el motivo por el que la gasolina 98 suele utilizarse en vehículos de altas prestaciones.

Otra diferencia que presentan ambos carburantes es la cantidad de azufre presente en los mismos. La gasolina 98 tiene una menor cantidad de azufre que la 95, lo que además de mejorar las prestaciones, reduce el consumo y alarga la vida del catalizador.

La última diferencia es la que todos conocemos: el precio. El octanaje tiene repercusión directa en el precio de la gasolina, por lo que la gasolina 98 se convierte en la opción más cara de las dos.

¿Qué tipo de gasolina utilizar?

Cualquier vehículo de gasolina puede utilizar los dos tipos de gasolina indistintamente para funcionar, no obstante, siempre debemos tener en cuenta las recomendaciones del fabricante, ya que cada motor está diseñado para un tipo de carburante. Esto significa que su uso alterno podría tener consecuencias negativas en el motor o sencillamente hacernos gastar más de la cuenta sin obtener mejores resultados. Si nuestro vehículo está diseñado para usar 95 pero echamos gasolina 98 posiblemente no notemos ninguna diferencia y solamente estemos pagando más por el combustible, mientras que si está diseñado para 98 y echamos 95 podemos notar una disminución en las prestaciones y un aumento del consumo.

Sea cual sea la gasolina que utilices o vayas a utilizar a partir de ahora, en el Grupo GLH contamos con una serie de combustibles premium que garantizan la protección y limpieza de los vehículos. Nuestro sistema de aditivos genera la calidad de combustible recomendada por los fabricantes de motores, por lo que no tendrás que preocuparte por nada, salvo por disfrutar de tu vehículo.